
Conseguir financiación para un negocio no depende solo de una buena idea. Las entidades analizan viabilidad, capacidad de pago y coherencia del expediente. A continuación se presentan los cinco errores más frecuentes y las acciones concretas para evitarlos.
1) Presentar un expediente incompleto o desordenado
El problema: faltan documentos, hay versiones contradictorias o el material llega sin estructura. Esto ralentiza o descarrila el trámite.
Cómo evitarlo (checklist):
Índice y carpeta única con plan de empresa, plan financiero (P&L, tesorería, punto de equilibrio, escenarios), CV/vida laboral, presupuestos/facturas proforma, contratos/precontratos (si aplica), licencias y justificación de fondos propios/ayudas.
Fechas y coherencia entre plan, cifras y documentos adjuntos.
Un resumen ejecutivo (1–2 páginas) que un gestor pueda leer en 5 minutos.
Tip: usar una plantilla y modelos estándar (p. ej., la estructura típica que piden microcréditos como MicroBank) ayuda a hablar el mismo “idioma” que la oficina.
2) Pedir importes/plazos que no encajan con la capacidad de pago
El problema: la cuota mensual no se sostiene con el flujo de caja del negocio, o el plazo es demasiado corto/largo para el ciclo de inversión.
Cómo evitarlo:
Calcular DSCR (Debt Service Coverage Ratio):
DSCR = Flujo de caja operativo / Cuota anual de deuda.
Objetivo práctico: ≥ 1,2–1,3 en escenario base.Modelar previsión de ventas mensual (12–36 meses) y estacionalidad con estimaciones conservadoras a pesimista.
Ajustar importe (evitar pedir “de más” para circulante sin justificar) y plazo (alineado al retorno de la inversión: capex largo → plazo mayor; marketing puntual → plazo corto).
- Incluir tesorería de la menos 3 meses de coste fijos.
Incluir plan B (escenario conservador): ¿qué pasa si ventas tardan 3–6 meses más?
3) Suposiciones sin evidencia: mercado, precios y márgenes “al aire”
El problema: previsiones de ventas sin comparables, costes infraestimados y márgenes que no resisten un análisis mínimo.
Cómo evitarlo:
Un buen estudio de mercado con datos reales y evidencias de demanda, encuestas cualificadas, reservas, cartas de interés, negociaciones, analítica web, pruebas piloto (MVP) ,primeras ventas…
Benchmark de precios + un buen posicionamiento y estructura de costes de competidores/sector.
Sensibilidad, variaciones de ±10–20 % en ventas/costes y su impacto en margen y caja.
Unidad económica (por canal): CAC, ticket medio, LTV, payback. Sin estos ratios, el plan de marketing y comercialización queda flojo.
4) No justificar el uso de fondos ni su calendario
El problema: la entidad no ve con claridad en qué se invertirá el dinero ni cuándo; hay partidas no financiables o cofinanciación incompatible.
Cómo evitarlo:
Desglose de inversión (capex/opex) con proformas y contratos reales.
Calendario de desembolsos: qué se paga antes/después de la firma y con qué justificantes.
Alinear el destino de fondos con lo que acepta el producto (por ejemplo, ciertos microcréditos admiten parte de circulante con límites).
Evitar mezclar ayudas o préstamos con restricciones de cofinanciación; si se combinan, dejarlo por escrito.
5) Elegir el producto financiero equivocado (o el canal)
El problema: se solicita una financiación que no encaja con el perfil del solicitante, el sector o el destino del gasto. Se desaprovechan palancas como SGR, ENISA, líneas ICO o microcréditos bancarios.
Cómo evitarlo:
Mapeo de opciones de financiación según objetivo, etapa y perfil:
Microcréditos (p. ej., MicroBank) para importes contenidos y personas físicas sin aval; personas jurídicas suelen requerir aval de socios.
SGR (sociedades de garantía recíproca como Elkargi, Iberaval, Avalmadrid, etc.) para mejorar condiciones y acceso.
ENISA para crecimiento e innovación con préstamos participativos (sin garantías reales, pero con requisitos de solvencia).
Líneas ICO (a través de bancos) cuando convengan por tipo/plazo.
Leasing/renting para equipamiento, si aplica mejor con caja y fiscalidad.
Elegir canal/entidad que conozca el sector (retail, hostelería, servicios B2B, digital, etc.).
Preparar el pitch y la entrevista como si fuera un comité: 10–15 minutos, claros y con cifras.
Estructura recomendada del dossier (para agilizar la aprobación)
Resumen ejecutivo (problema/solución, mercado, ventaja, equipo, cifras clave).
- Forma jurídica y presentación del emprendedor/a con DAFO
Modelo de negocio y plan de marketing (propuesta de valor, público, productos, precios, mercado y canales)
Operaciones y producción (proveedores, RR. HH., procesos, calidad, licencias).
Plan financiero (inversión inicial, proyección a 1 año, punto de equilibrio, escenarios y DSCR).
Riesgos y mitigaciones (qué podría salir mal y cómo se aborda).
Documentación anexa (CV/vida laboral, proformas, contratos, licencias, permisos, alquiler, aporte propio, etc).
Indicadores que miran los gestores (y conviene incluir)
DSCR y margen EBITDA.
Punto de equilibrio.
Liquidez (ratio corriente) y apalancamiento (deuda/ebitda).
Concentración de clientes y rotación de inventario (si aplica).
Histórico en CIRBE y comportamiento de pagos.
Preguntas frecuentes
¿Hace falta estar ya de alta como autónomo para solicitar?
Puede pre-evaluarse sin alta, pero luego de la liquidación suele exigirse alta en actividad y documentación fiscal/laboral.
¿Con cuánta antelación conviene preparar el expediente?
Idealmente 3–4 semanas antes de la fecha objetivo.
¿Se puede financiar el 100 % de la inversión?
Depende del producto y de la valoración de riesgo; algunas partidas de circulante tienen límites, la mayoría exige un mínimo de aporte.
La financiación llega con expedientes completos, previsiones económicas defendibles y destinos de fondos bien justificados. Preparar el dossier como si fuera a pasar por una “lupa” —con tesorería, DSCR y datos reales del mercado— incrementa notablemente las opciones de aprobación y reduce plazos.